Ruta Norte

La inmersión más famosa de Egipto y posiblemente una de las más espectaculares. Comienza en la zona de Anemone, en donde se concentran más de una veintena de enormes anémonas de la especie Heteractis magnifica que hospedan una multitud de peces payaso y damiselas. A continuación, se atraviesa el azul hasta llegar a la increíble pared vertical de Shark Reef, que se pierde en la profundidad a más de 700 metros. La pared está completamente forrada de corales blandos y frente a ella, especialmente en los meses más calurosos, se pueden observar grandes bancos de peces cirujano unicornio, carángidos de ojo grande, cientos de pargos rojos, atunes, bancos de peces murciélago (Platax) y barracudas e incluso tiburones punta negra oceánicos (Carcharinus limbatus). Con suerte, también podemos encontrar espectaculares pelágicos como el tiburón ballena, delfines y mantas. La inmersión prosigue por el jardín de coral de Yolanda Reef para terminar en los restos del pecio Yolanda cuyos restos descansan a 175 metros de profundidad y que dejó visibles en el arrecife restos de su carga, compuesta de inodoros y bañeras.

La más cercana de las inmersiones del Parque Nacional es al mismo tiempo una de las más sencillas, más bonitas y coloridas, discurriendo paralela a un pequeño cabo que cierra la Bbahía de Marsa Bareika. Se trata de un arrecife costero con una zona arenosa paralela a la costa que desciende hasta 25 metros de profundidad con poca pendiente. Está lleno de espectaculares cabezas de corales, gorgonias y anémonas. En los meses de verano es zona habitual de avistamiento de pelágicos.

El que quizás es el pecio más famoso del mundo se encuentra en los arrecifes de Shaab Ali, a 30 millas de Sharm El Sheikh. Hundido por aviones alemanes en octubre de 1941 fue descubierto por Jacques Cousteau. Ofrece algunas de las inmersiones en naufragios más espectaculares del mundo con su carga de camiones, coches, motocicletas, locomotoras, armas, municiones, vagones, alas de avión, botas…Normalmente se realizan un mínimo de dos inmersiones en el pecio, una por el exterior y otra por las bodegas y si el tiempo acompaña, una nocturna.

Antes conocido como Sarah H, este pequeño carguero inglés se encuentra hundido a escasa distancia del Thistlegorm, en el arrecife de Shag Rock. El 22 de febrero de 1.881 se estrelló navegando a toda máquina contra el arrecife en su viaje hacia Adén en Yemen con un cargamento de carbón. La inmersión es muy sencilla, quedando tan solo la parte de popa del pecio posada sobre el arrecife, que posiblemente sea lo más impresionante con su infinita variedad de corales. Las corrientes pueden ser muy fuertes en esta inmersión.

Una tranquila laguna acoge al barco mientras los buceadores salen de ella con las lanchas para volver a entrar por un pequeño pasillo en el arrecife aprovechando la subida de la marea. El pasillo se encuentra a poca profundidad pero es un paraíso de fauna pequeña, además de cientos de acróporas (mesas de coral), corales uva, alcionarios, corales ciervo, esponjas… En el pasillo hay residentes permanentes una enorme familia de peces hacha Pempheris adusta, una escuela de barracudas de cola amarilla y una gran variedad de peces de arrecife.

Posiblemente el más conocido de la zona al tener encima los restos del mercante Lullia desde el año 1.983. Es un arrecife circular, donde encontramos una plataforma arenosa y restos del naufragio. Es hogar de mucha fauna pequeña y es un arrecife típico para bautizos de buceo y cursos. Las inmersiones nocturnas son espectaculares, aunque solo se puede fondear para pasar la noche aquí cuando el tiempo acompaña.

Famoso por su cañón submarino, perfecto para inmersiones de buceo técnico, una grieta que se adentra en el arrecife y alcanza profundidades de hasta 98 metros. Es el más pequeño de los arrecifes de Tiran y uno de los más barridos por las corrientes, lo cual hace que sea zona de avistamiento de grandes pelágicos. También posee grandes gorgonias y un par de jardines cargados de alcionarios.

Es el más largo de los arrecifes de Tiran. Largo y estrecho, ideal para largas inmersiones caribeñas. Se trata de una pared casi vertical que se adentra en las profundidades. Posee también un cañón submarino y un par de cuevas, aptas tan solo para buceadores técnicos. En la zona del cañón, se puede observar una de las pocas anémonas rojas de la zona.

Es posiblemente el mejor arrecife de la zona en cuanto a calidad de corales, abundancia de fauna y encuentros con grandes pelágicos. Se trata de un arrecife redondo con paredes verticales que descienden hasta fondos de 50 metros y que después continúan hasta perderse en los abismos. Barrido continuamente por fuertes corrientes es el arrecife ideal para inmersiones caribeñas espectaculares. En su pared sur encontramos grandes gorgonias y dos jardines de coral blando en los que descansan infinidad de pastinacas de puntos azules y miles de anthias. La pared norte posee restos del pecio Lara, algunos de los cuales todavía descansan en la parte superior del arrecife. Es famosa por la posibilidad de encuentros con tiburones martillo, principalmente en los meses más calurosos.